Concluye el plazo para el proceso de consulta pública previa de la Estrategia de Almacenamiento realizada por el Gobierno y las empresas españolas de almacenamiento reunidas en AEPIBAL proponen una amplia Hoja de Ruta a la que ha tenido acceso El Periódico de la Energía que podría crear un sector competitivo a nivel internacional. Desde su incorporación al mercado eléctrico pasando por su participación en el desarrollo del vehículo eléctrico o en la transformación del sector industrial, el almacenamiento está llamado a ser un vector transversal en todos los sector de la economía.

Entre las medidas propuestas incluyen, además de un marco normativo integral que impulse el sector de almacenamiento en toda su cadena de valor: fabricación, estándares técnicos, reutilización y fin de vida, con objetivos claros a conseguir, la creación de una figura nueva, la de Operador del sistema de almacenamiento o Proveedor de Sistemas de Balance (BSP).

Además, consideran necesario el fomento del autoconsumo con almacenamiento y la fijación de medidas de apoyo a la inversión a corto plazo incluyendo subvenciones temporales, incentivos fiscales u otros mecanismos que permitan la expansión de soluciones.

AEPIBAL explica en su documento que hay que crear un tejido industrial en toda la cadena de valor, con tecnología de almacenamiento propia, concebida, desarrollada y fabricada localmente, con el diseño de una Plan de Acción Industrial que centre las líneas de investigación y acceda a recursos públicos que las promuevan. Por eso, es importante que se definan los estándares técnicos de los diferentes sistemas de almacenamiento para evitar discriminación tecnológica estableciendo las homologaciones que sean necesaria, y que el desarrollo normativo sea claro y se realice según tecnología y servicios.

Y en toda esa cadena de valor, es importante de dónde provienen las materias primas. Por eso, el sector considera fundamental fomentar el autoabastecimiento nacional de las materias primas o componentes básicos.

Otro de los puntos básicos es la incorporación de esta tecnología en el mix eléctrico como una más. De hecho, solicitan que se concreten los roles de los agentes con actividades reguladas (TSO y DSO) que eviten distorsiones en la competencia y que definan los mercados en los que los sistemas de almacenamiento van a participar para poder tener previsibilidad de ingresos, y facilitar su financiación, incluida la estructura fiscal, así como cargos y peajes.

Esa incorporación en el mercado eléctrico debería ir acompañado de una serie de medidas para que fuera efectivo, como poder participar con entidad propia en los diferentes mercados eléctricos, a través de la figura del Operador de Almacenamiento o BSP, poder diferenciar entre sistemas FTM (in front of the meter) y sistemas BTM (behind the meter) que participen en servicios de red agregados por zonas o unidades de programación o dar estabilidad a la red eléctrica a través de la regulación primaria secundaria o terciaria.

También señalan que se debería permitir a los operadores de los sistemas de almacenamiento participar de forma activa en la determinación de los requisitos técnicos y en la normativa unificada de cualificación de gestores, instaladores y sistemas de almacenamiento y además de garantizar la producción renovable ajustando los picos de generación a los picos de demanda para evitar vertidos, habría que empoderar al ciudadano con las instalaciones de almacenamiento distribuidas en el sector residencial ya que moderaría la volatilidad de los precios en el mercado.

Y para que todo el sector tuviera cabida en este nuevo entorno de mercado, piden que se modifique o se creen nuevos procedimientos administrativos para que unidades de almacenamiento inferiores a 1MW puedan participar, de forma agregada, como Operadores de Almacenamiento (BSP) incorporando como instalaciones de estas unidades físicas las instalaciones híbridas fotovoltaica-batería.

Por último ven necesario la convocatoria de subastas con un diseño en el que los pagos garanticen ingresos en el tiempo y conviva con la plena participación de dichos sistemas en la prestación de otros servicios, diferenciando subastas para productos FTM y BTM.

Para AEPIBAL si no hay no hay empresas de fabricación de baterías y componentes instaladas en España, no será posible estar presente en los foros europeos como es Battery Alliance ni poder acceder a todas las vías de financiación que permite la UE.

En definitiva, España debe conseguir un liderazgo tecnológico e industrial del almacenamiento para que se puedan crear puestos de trabajo directos de alta especialización a través de nuevas empresas de base tecnológica, aprovechar las capacidades existentes en los sectores de electrónica de potencia, sistemas de control, fabricación metal-mecánica, sector químico y de los áridos, fabricantes de bienes de equipo (OEMs) para el sector de automoción y para el sector de la construcción o reducir la dependencia tecnológica exterior en componentes básicos de algunas de las tecnologías de almacenamiento como es el caso de las baterías.

 

Fuente de la noticia: Periódico de la Energía

La electrificación de la economía es el camino más corto a hacia la descarbonización. Sustituir combustibles fósiles por electricidad equivale casi siempre a un ahorro de emisiones. Y gracias a la irrupción de las energías renovables, ese ahorro es cada vez más pronunciado. Sin embargo, las energías renovables son intermitentes por naturaleza, lo que complica la tarea de utilizarlas como sustitutas del petróleo, el gas natural o el carbón.

Almacenar electricidad no es fácil ni barato, pero nos dirigimos a un futuro donde el protagonismo de las energías renovables en nuestra matriz energética es cada vez mayor. Por lo tanto, vamos a necesitar la energía en un tiempo y/o ubicación diferentes al tiempo y lugar en los que se genera. Y las baterías son un elemento esencial, casi imprescindible, para hacer eso posible. El sector de las baterías va a ser clave en las próximas décadas y va a mover miles de millones de euros. Y en esta carrera industrial, España está perdiendo el tren.

Baterías de litio, un negocio que no para de crecer

Es cierto que las baterías electroquímicas no son la única forma de almacenar energía. Existen otras como las centrales hidroeléctricas de bombeo, el almacenamiento en forma de calor e incluso, de cara a futuro, el hidrógeno. No obstante, ninguna puede ofrecer actualmente las características de sencillez, precio y escalabilidad que ofrecen las baterías. Una batería correctamente dimensionada es capaz de alimentar desde un pequeño dispositivo móvil, pasando por un coche, hasta cientos de viviendas.

Si nos centramos en la automoción, las baterías son hoy en día (con permiso del hidrógeno que tendrá su sitio a medio-largo plazo), la única alternativa real de bajas emisiones a los combustibles fósiles.

“En automoción las baterías son actualmente la única alternativa de bajas emisiones a los combustibles fósiles”

Por todos estos motivos, las previsiones de Bloomberg apuntan que el mercado de las baterías aumentará desde los 25.000 millones de dólares actuales a 120.000 en el año 2030, empujado por el crecimiento del coche eléctrico. Y la carrera internacional por quedarse con la mayor parte posible de ese pastel ya ha comenzado. Una carrera, por cierto, en la que los países asiáticos llevan mucha ventaja.

 

Para conocer la realidad de la industria de las baterías en nuestro país, hemos hablado con diferentes agentes del sector a través de AEPIBAL (Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético) para qué nos cuenten de primera mano cómo ven el presente y futuro de las baterías en España.

 

España, un liderazgo en automoción que corre peligro

La industria de la automoción es uno de los motores de la economía nacional. Agrupa el 8,6% del Producto Interior Bruto (PIB) y emplea a nada menos que el 9% de la población activa, según datos de Anfac. En territorio español hay un total de 17 fábricas (16 si descontamos a Nissan Barcelona) que produjeron 2.819.565 millones de vehículos en 2018, y que colocan a España como noveno fabricante mundial y segundo a nivel europeo. Además, es un sector clave en la balanza comercial, siendo responsable del 18% de las exportaciones totales de España.

El sector de la automoción se enfrenta en estos momentos al que es probablemente el mayor reto de su historia: la electrificación. Con la excepción de los camiones, que dadas las limitaciones de la tecnología actual llevan un ritmo más lento, la tendencia del mercado es de electrificar todos los vehículos en mayor o menor medida, empujados por las normativas europeas de emisiones. Y lo que tienen en común los coches electrificados, sean híbridos, híbridos enchufables o 100% eléctricos, es que todos equipan baterías.

Las baterías son, de hecho, uno de los componentes clave y más costosos de estos coches, sobre todo en el caso de los híbridos echufables y 100% eléctricos, pudiendo llegar hasta el 40% del valor en el caso de los últimos.

Al contrario que con el resto de piezas y componentes, donde España es una potencia mundial, no hay grandes empresas nacionales fabricantes de baterías. Un problema, por cierto, compartido con el resto del viejo continente. Según datos de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) solo el 3% de las baterías se producen actualmente en países europeos.

Por el momento, Asia lleva la delantera: China (con el 80 % de la producción), Corea y Japón abarcan la mayoría de la capacidad mundial de fabricación. Y que el componente más caro y con más valor añadido se fabrique fuera de España, y de Europa, no es una buena noticia.

Aun con todo, España sigue siendo un líder en fabricación de coches, por lo que muchos fabricantes están apostando por nuestro país para fabricar sus turismos electrificados. Es el caso del Peugeot e-2008 en Vigo y el Opel Corsa-e en Figueruelas (ambos 100% eléctricos), o del Renault Captur PHEV en Palencia, el SEAT León PHEV en Martorell y el Ford Kuga PHEV en Almussafes, entre otros. En cuanto a comerciales, la Citroën Berlingo y Peugeot Partner eléctricas se fabrican en Vigo, la Mercedes eVito en Vitoria y, al menos hasta antes del anuncio del cierre de la fábrica, la Nissan e-NV200 en Barcelona.

“Que el componente más caro y con más valor añadido de un coche eléctrico se fabrique fuera de España, y de Europa, no es una buena noticia”

Esa larga lista de modelos invita a ser optimista, pero no debemos echar las campanas al vuelo. El motivo por el cual la mayoría de estos modelos se fabrican en España es que comparten plataforma con sus homólogos de combustión y por lo tanto, son fabricados en las mismas línea de producción. Se trata de una práctica habitual en la industria, ya que optimiza costes evitando tener que invertir en nuevas cadenas de producción específicas. Tampoco nos podemos olvidar de que por el momento hablamos de coches de nicho que no tienen grandes volúmenes de ventas.

La pregunta que debemos hacernos es qué ocurrirá cuando cuando los coches electrificados copen el grueso de las ventas y estén basados en plataformas específicas para albergar motorizaciones eléctricas. Será entonces cuando el suministro de baterías será clave para la industria.

 

Situación del sector de las baterías en España: fabricación, investigación…

Si queremos continuar siendo una potencia mundial en automoción, lo ideal sería que comenzásemos a prepararnos para ser también proveedores del componente clave de los coches del futuro. Sin embargo, a día de hoy, la situación de nuestro país en fabricación de baterías es testimonial.

Hemos hablado con Cegasa, empresa a la muchos conocereis por la fabricación de pilas (las de toda la vida). Fundada en 1934 y con sede en Vitoria, tiene más de 100 empleados y filiales en Estados Unidos y el Reino Unido. Además, fue una de las empresas pioneras a nivel europeo en la investigación de las baterías de iones litio hace 20 años:

“La posición de España en baterías es realmente débil. No hay demasiadas apuestas reales para la fabricación seriada de estos productos. Si es cierto que existe un numeroso conjunto de start-ups que están diseñando y fabricando, casi artesanalmente baterías, pero teniendo en cuenta que hablamos de un mercado de miles de millones donde los actores son empresas cuya facturación es de mínimo 6 dígitos, la posibilidad de crear un entramado industrial de referencia en el sector en base al modelo de start-up no es, a mi juicio, viable. Las start-up pueden cubrir determinados nichos de mercado de las baterías aportando soluciones que por el bajo tamaño de mercado escapan a las grandes empresas. Esto permitirá tener empresas que sobrevivan, incluso muy dignamente, vendiendo baterías, pero no estaremos creando un sector industrial fuerte y de referencia a nivel de país.”

Donde sí destaca España, nos cuentan desde Cegasa, es en las ingenierías que desarrollan diferentes aplicaciones de baterías, que “son respetadas a nivel internacional para el desarrollo en implementación de proyectos” pero que por desgracia, “no tienen demasiadas opciones para comprar productos de origen nacional”.

En cuanto a investigación, desde Cegasa nos hablan de la importancia de tener centros punteros en nuestro país, argumentando que “cuanto más al principio de la cadena de valor estemos, mejor posicionamiento tendremos como país”. De esta forma, podremos satisfacer nuestra demanda interna, pero también “generar ingresos aportando tecnología y producto a terceros países”.

 

 

España cuenta con centros de investigación como el CIC energiGUNE, que investiga diferentes tecnologías para la obtención de materias primas alternativas al litio que sean abundantes, sostenibles y que cumplan los requisitos de economía circular. Les hemos preguntado acerca de la investigación en este ámbito:

“El incremento de la capacidad de producción en Europa y en particular en nuestro país pasa en gran medida por garantizar la disponibilidad de materias primas, ya que muchas de las empleadas en la fabricación de las celdas de baterías actuales presentan fluctuaciones de suministro, derivan en problemas medioambientales o de seguridad. Desde CIC energiGUNE se trabaja en la optimización de estas materias primas para su uso en baterías, concretamente en tecnologías alternativas al Li-ion y en la producción a escala piloto de baterías en estado sólido. Las tecnologías de estado sólido serán parte imprescindible del vehículo eléctrico del futuro debido a sus importantes prestaciones de seguridad. Por otro lado, en el ADN de las tecnologías desarrolladas por CIC energiGUNE están los conceptos de reducción de costes, de mayores densidades energéticas, de “diseñado para ser reciclado”, de sostenibilidad y de economía circular.”

Al fin y al cabo, la investigación de alto nivel es necesaria para garantizar una cadena de valor de producción de celdas y baterías completa, fuerte y competitiva en Europa.

 

European Battery Alliance: un proyecto común europeo para el desarrollo de baterías

La Unión Europea es consciente de la importancia de las baterías en la transición energética durante las próximas décadas y de la oportunidad de desarrollo industrial que eso supone.

Por eso, en busca de una oportunidad para Europa y con el objetivo de que los países asiáticos no acaparen todo el mercado, desde Bruselas se está impulsado la creación de proyectos paneuropeos para la fabricación de baterías. Estas iniciativas se consideran Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI, por sus siglas en inglés).

Este tipo de operación bien podría recordarnos a Airbus: la creación de un gran consorcio europeo con tamaño suficiente para convertirse un líder a nivel mundial. Uno de los proyectos ya está en marcha, pero del segundo por el momento se conocen pocos detalles.

“La Unión Europea es consciente de la importancia de la oportunidad de desarrollo industrial que suponen las baterías”

La primera de las iniciativas, liderada por Alemania y Francia e integrada por 17 empresas, movilizará 3.200 millones de dinero público a desembolsar por los seis países que participan en el proyecto (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Finlandia y Suecia) y otros 5.000 millones más de capital privado.

España se ha quedado fuera de este primer proyecto en el que participan empresas como Basf, Opel, BMW, Solvay o Endurnce. La iniciativa ya se ha puesto en marcha con la construcción de una gran fábrica de baterías en terreno francés y continuará con una fábrica de similares características en Alemania para mediados de la década.

Donde si participará España es en un segundo consorcio, también liderado por Alemania y con representantes de Francia, Polonia, Finlandia, Italia, Bélgica, Suecia y Eslovaquia así como de una treintena de empresas. Sin embargo, los detalles y el nombre de las compañías que participan en este consorcio todavía se desconoce.

 

Litio: la extracción de materias primas también es una oportunidad

Por mucho que conozcamos a estas baterías por el nombre del elemento químico alcalino, la realidad es que el litio no es la materia principal de la que está compuesta una batería. También contienen cobalto, níquel, grafito, manganeso o aluminio, entre otros.

Sin embargo, dada la creciente demanda de litio provocado por el aumento de la fabricación de baterías, algunos ya lo denominan como el nuevo petróleo blanco. Al menos hasta que consigamos baterías con otras químicas que puedan prescindir de él. De todas formas, tal y como nos indican desde Cegasa, “indudablemente el ciclo tecnológico de las baterías electroquímicas pasa por el litio para las próximas décadas, aunque veremos nuevas formulaciones a medio plazo”.

En los últimos tiempo hemos visto cómo el precio del litio ha fluctuado de forma importante, hasta tal punto de llegar a preocupar a algunos fabricantes. Uno de los motivos de esta inestabilidad de precios es que por el momento, la minería de litio se concentra en muy pocos países, y cuando la demanda es alta y el suministro es bajo, los precios tienden a aumentar.

En ese sentido, en muchas partes del mundo se está impulsando la exploración de nuevos yacimientos de este “oro blanco” con el objetivo de suministrar a la industria de la baterías. Y en España contamos con algunos yacimientos que nos podrían convertir en uno de los suministradores de la industria europea. De hecho, nuestro país podría tener, junto a Portugal, una de las mayores reservas de litio del viejo continente.

Desde Kerogen Energy, empresa minera dedicada a la investigación y obtención de recursos minerales metálicos de aplicación en las nuevas tecnologías y las energías renovables, nos dan algunos datos para resaltar la importancia de explotar nuestros propios yacimientos:

“El 20% del litio en Europa se consume en baterías, pero el mayor uso es en la fabricación de vidrio y cerámica donde se usa el 59%, seguido de su uso en grasas y lubricantes (15%). En Europa sólo se produce un 5% del litio que se consume (tanto litio metal como compuestos como el carbonato e hidróxido), siendo el principal país suministrador Chile (78%). El principal productor europeo es Portugal, que en 2017 tenía 6 minas en operación que producían 24.000 toneladas de minerales para la industria del vidrio y la cerámica. Portugal quiere ahora potenciar los yacimientos que tiene y buscar inversores privados.”

Desde Kerogen Energy también hablan de la oportunidad que supone a nivel local, combatiendo la despoblación de las zonas rurales a través de la activación económica y la generación de empleo.

“España podría tener, junto a Portugal, una de las mayores reservas de litio de Europa”

En los últimos tiempos, se ha hablado de Galicia y Extremadura como ubicaciones con potencial para albergar una mina de litio en España. Recientemente se les ha unido otra iniciativa en Badajoz, el yacimiento Las Navas.

Por el momento solo el proyecto cacereño es el más avanzado en los trámites para hacerse realidad. Se trata del proyecto San José – Valdeflórez en Cáceres, ubicado al lado de la ciudad de Cáceres y promovido por la empresa Infinity Lithium. Se trata además del primer proyecto de litio en conseguir financiación europea a través de European Battery Alliance.

Como suele ser habitual en este tipo de proyectos, la polémica está servida. Por un lado, la mina puede ser una fuente de riqueza y empleo, tanto por los puestos de trabajo generados de forma directa como por los indirectos. Por el otro, se enfrenta al rechazo de parte de población por las hipotéticas consecuencias ambientales. En cualquier caso, no se puede negar que el potencial es enorme: la mina podría producir 15.000 toneladas de hidróxido de litio al año que permitirían abastecer a unos 10 millones de coches eléctricos.

 

Fuente de la noticia: Xataka.

Analizar las novedades y el futuro que le aguarda a la movilidad eléctrica y al almacenamiento energético, considerados como las palancas de impulso de la economía, es el objetivo del nuevo encuentro digital que ha programado Electroeficiencia para este próximo jueves 4 de junio a las 17.00h, en el que participará el Vicepresidente de AEPIBAL, José Carlos Comba.

Mañana jueves toca analizar y avanzar en las tecnologías que vertebrarán la recuperación económica y el futuro del sector. Se trata de visualizar cómo se encuentra el desarrollo de la infraestructura del vehículo eléctrico y el almacenamiento energético, además de valorar qué medidas se deben adoptar para recuperar la actividad: Formación para los instaladores, reindustrialización, Planes impulso, IVA reducido, etc., y todo en un momento clave de nuestro país donde se están aprobando las leyes que definen un futuro más sostenible y descarbonizado.

José Carlos Comba, vicepresidente del clúster AEPIBAL, miembro de SECARTYS, compartirá mesa de debate con Arturo Pérez de Lucía, Gerente de AEDIVE, el clúster que impulsa el vehículo eléctrico, además de Juan de la Cruz y Miguel Ángel Blanco, Ingenieros de la escuela de formación de APIEM, y Alexandra Romero, Product Manager Specialist de Schneider Electric. Un panel de expertos que conforman la mesa de Encuentro Digital de Electroeficiencia, patrocinado por Schneider Electric.

Puedes seguir en directo el debate, HOY jueves 4 de junio a las 17h, en el siguiente enlace de Youtube.

El pasado martes, 31 de marzo, Aepibal volvió a reunirse con sus homólogos europeos que, esta vez, tuvo lugar por teleconferencia debido a la crisis sanitaria.

Los principales objetivos, en esta ocasión, han sido englobados por las normativas existentes sobre el sector del almacenamiento energético, los actuales desarrollos del mercado y la exposición de avances que desde cada asociación se están llevando a cabo.

Desde AEPIBAL se hizo referencia al PNIEC que España remitió a Bruselas, ese mismo día, manteniendo el objetivo del 42% de renovables, casi el 40% de mejora de eficiencia energética para la próxima década y el 74% de presencia de energías renovables en el sector eléctrico, con el fin de que el sector eléctrico sea 100% renovable en 2050 tal y como la propia Comisión Europea venía recomendado.

La participaron, a la singular reunión, por parte de las diferentes asociaciones homólogas de AEPIBAL, ha sido superior a las anteriores ocasiones contando con BVES, FME, EASE, EnergyIN, IESA, SBaA, AKU-BAT y ESN, representando a Alemania, Holanda, Europa, Portugal, Irlanda, Eslovaquia, Chequia y Reino Unido respectivamente. La conclusión a la que se llega es que lo que suceda a nivel de la UE afectará al nivel nacional y viceversa por lo que el intercambio de información es primordial ante los grandes desafíos que el almacenamiento de energía se enfrentará en los próximos meses y años.

Entre las actividades expuestas por la EASE está:
• La Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento europeo (ITRE) está trabajando en un informe no legislativo, “sobre un enfoque europeo integral del almacenamiento de energía”.
• Dentro del marco del European Green Deal se anuncia un ambicioso plan de inversión sostenible para la próxima década, consistente en 100.000 millones de euros para posibilitar la transición a una economía verde. Aparte del apoyo financiero la UE también proporcionará asistencia técnica para ayudar a las personas, las empresas y las regiones más afectadas por la transición hacia la economía verde. Para ello recurrirá al denominado Mecanismo para una Transición Justa, durante el período 2021-2027 en las regiones más afectadas.
• Preparación de la 4ª edición del Energy Storage Global Conference 2020.

Después de la puesta en común de diferentes estrategias que cada país está siguiendo, somos conscientes que es una carrera de fondo, pero también que la unión hace la fuerza y que la colaboración nos dotará de un mayor impulso ante las autoridades, agentes reguladores y administraciones públicas en el objetivo común hacia la descarbonización.

Ante la propagación incesante del coronavirus -que supera ya los 160.000 casos de contagios en todo el mundo- y la escasez de mascarillas y otros recursos sanitarios preventivos, BYD, el gigante chino de vehículos eléctricos respaldado por el inversor estadounidense Warren Buffett, está fabricando mascarillas en su planta de Shenzhen para combatir el desabastecimiento y lo está haciendo a un ritmo de vértigo: produciendo 5 millones al día.

Esta iniciativa comenzó a finales del pasado mes de enero, cuando en China ya se superaban los 28.000 casos de infección -ahora hay más de 80.000-, creando una nueva línea de producción de la que no salen coches, sino mascarillas y, actualmente, hasta 30.000 botellas de desinfectante para manos.

Con estas cifras que han ido creciendo exponencialmente en solo dos meses, la firma emitió un comunicado en el que asegura haberse convertido en el mayor productor de mascarillas del mundo, “con cientos de empleados trabajando en turnos diurnos y nocturnos junto con máquinas que trabajan las 24 horas”, y tiene como objetivo “aliviar la grave escasez que ha afectado a los hospitales y agencias en toda China ante el brote global de COVID-19”, detalla el fabricante.

Según informó Reuters, BYD, que también produce baterías para eléctricos, dijo que dará máscaras a sus trabajadores para garantizar una producción normal y suministrará el resto a las personas en Hubei (Wuhan), el epicentro del coronavirus, y a los hospitales y el transporte público.

Una fabricación de mascarillas en tiempo récord

Según detalla la compañía, una de las claves que ha posibilitado tal despliegue ha sido la velocidad con la que se desarrolló el proyecto de creación de mascarillas, en el que trabajaron “3.000 ingenieros para la investigación, desarrollo, diseño, procesamiento y otros roles”, de modo que el proceso de I+D de ese producto se completó en tan solo siete días cuando habitualmente supone hasta un mes.

“Una línea de producción de máscaras faciales de alta calidad requiere alrededor de 1.300 piezas para diversos engranajes, cadenas y rodillos, el 90% de las cuales son piezas de fabricación propia de BYD”, explicó Sherry Li, manager general de la marca.

La producción de mascarillas de BYD actual equivale a una cuarta parte de la capacidad de fabricación total de China a principios de febrero, no obstante, no es la única entidad perteneciente a otro sector que está volcándose con esta labor.

Por ejemplo, multinacional taiwanesa Foxconn, subsidaria tecnológica de Apple, o SGMW, una empresa conjunta con sede en Guangxi de General Motors, SAIC Motor y un socio local, fabrica alrededor de 2 millones de máscaras por día.

Por fin ya hay fecha. Será el próximo 1 de marzo cuando los autoconsumidores españoles ya puedan oficialmente verter los excedentes que producen sus instalaciones a la red. El operador del sistema, Red Eléctrica, ya ha avisado a los agentes del sector, entre ellos, distribuidoras y comercializadoras, para que estén preparados para esa fecha en la que se ponen en marcha las modificaciones de los procedimientos de operación de medidas y de liquidaciones adaptados al RD 244/2019.

«A partir del 1 de marzo las comercializadoras podrán comprar el saldo, es decir, lo que consumen en conjunto sus clientes menos los excedentes de aquellos clientes que tengan autoconsumo», explica Javier Colón, de la consultora Neuro Energía.

En total, casi 11 meses han pasado desde que el Gobierno aprobara la nueva normativa que derogaba el denominado impuesto al sol, y daba la oportunidad a los autoconsumidores de ser compensados por sus excedentes a través de una factura neta, y de poder autoconsumir de forma colectiva.

El vuelco es total. Sin estar aún activo este procedimiento, al menos oficialmente, las instalaciones de autoconsumo solar en España se han duplicado y alcanzaron en 2019 los 459 MW. Se prevé que el crecimiento sea exponencial durante los próximos años y ya se habla de un potencial en España que ronda los 3 GW.

El autoconsumo fotovoltaico en España se duplica en 2019 hasta los 459 MW instalados

Ahora, las comercializadoras se convertirán en los interlocutores con Red Eléctrica para informarles sobre la liquidación de estos excedentes así como de los cambios que sufran las distintas instalaciones, ya sean de propiedad de la instalación, de tipo de autoconsumo o de tamaño, etc.

Los procedimientos de operación aprobados para ello son el 14.4 y el 14.8.

Los sujetos de liquidación que necesiten unidades de programación para la participación en mercado y liquidación de las distintas modalidades de autoconsumo aprobadas en dicha norma, pueden solicitar el alta de las unidades a Red Eléctrica, en caso de no disponer de ellas actualmente, para la programación del 1 de marzo de 2020.

Dentro de unos 18 días, el mecanismo que permite saldar en una única factura al consumidor que instale placas solares fotovoltaicas en su tejado el beneficio que se pueda obtener por el vertido de los excedentes que la instalación de generación produzca y no sean autoconsumidos será una realidad.

Hasta ahora algunas comercializadoras ya han ido trabajando y ofreciendo desde hace unas semanas este servicio de compensación por sus excedentes. Lo que sucedía es que la comercializadora de turno compraba todo el suministro para la instalación sin tener en cuenta los excedentes y si devolvía esos excedentes a su cliente era contra el margen de ese suministro.

Ahora ya no. Tal y como explicó en un artículo Javier Colón, «las Comercializadoras que trabajen con este tipo de Autoconsumidores tendrán que adquirir menos energía, realizando unos pagos inferiores por la misma asociados fundamentalmente con el precio del mercado mayorista o Pool gestionado por OMIE, pero debiendo soportar el resto de costes (como pagos por capacidad, interrumpibilidad, restricciones…) por el total de energía consumida por sus clientes en barras de central sin tener en cuenta el descuento de los excedentes

Ahora solo toca disfrutar del descuento de la factura. Tengan en cuenta, señores autoconsumidores que con esta norma no se van a forrar.

 

La compensación por los excedentes de autoconsumo será oficial el próximo 1 de marzo

Cuando hablamos de Economía Circular siempre pensamos en la recuperación de todos los compuestos y componentes de un residuo. Ahora bien, lograr esto es realmente complicado desde el punto de vista técnico y, sobre todo, económico. Si también se le añade que el residuo de partida son pilas de Litio no recargable, el reto es, hoy en día, casi inasumible por la industria del reciclado.

Reciclar las pilas de Litio no es atractivo desde el punto de vista de su tratamiento. Todo lo contrario que el de sus hermanas en nombre, las baterías de Li-ion recargables. Éstas últimas contienen Cobalto, elemento químico muy codiciado por su alto valor en el mercado, convirtiéndolo en un polo de atracción en el sector del reciclado.

Sin embargo, debemos reciclar todas las pilas y baterías. Y además, la industria del reciclado debe conseguir que sea posible técnica y económicamente viable. Por eso Envirobat España SL, dentro de su línea de trabajo de Economía Circular, ha apostado por desarrollar un proceso que consiga recuperar el Litio y otros elementos de las pilas de Litio no recargable o primario.

El proyecto Recuperación de Litio de Baterías No Recargables

En la actualidad, no existe ningún proceso industrial en el que el Litio primario se recicle de manera exclusiva. Se opta por reciclarse conjuntamente con otro tipo de baterías de Litio, por lo que es difícil cuantificar los elementos recuperados de este tipo de baterías. El objetivo fundamental del Proyecto Recuperación de Litio de Baterías No Recargables, RELIBANE (financiado por ICEX, bajo contrato 14/2019) es el estudio a nivel de laboratorio. Como su posterior puesta a punto a escala industrial de un proceso hidrometalúrgico específico y único. A partir de este se podrá recuperar el Litio contenido en las baterías primarias recogidas como residuo. De esta manera, el Litio y otros elementos presentes en las pilas, podrían ser empleados como materia prima en la fabricación de nuevas baterías, disminuyendo así la demanda de materias primas naturales.

Desde el punto de vista energético y medioambiental, un proceso hidrometalúrgico para la extracción del Litio sería más favorable que los procesos actuales.

El método planteado por Envirobat España en el Proyecto RELIBANE consta de dos procesos principales: mecánico y químico, precedidos de un paso previo, no menos importante, de descarga de las baterías.

Características del metal

El Litio es un metal muy reactivo, con alto riesgo de incendio en caso de manipulación inadecuada. Por eso, la primera fase del proceso es la optimización de un proceso de descarga de las baterías. Para ello se emplean diversas disoluciones con solutos medioambientalmente beneficiosos, en las que se introducen las pilas. Este tipo de descarga favorece la posterior reutilización de reactivos, evitando así la generación de residuos.

Posteriormente se produce la separación por medios físicos, tras la cual, se procede a concentrar el Litio que se pretende recuperar como elemento principal. Se ha de poner en relieve que tanto el rendimiento como las calidades de los compuestos químicos reciclados dependen principalmente de esta fase final, es decir, la hidrometalúrgica, que se divide a su vez en dos pasos principales: lixiviación, cuyo objetivo es la extracción del Litio y precipitación, mediante la cual se consigue separara selectivamente el compuesto de Litio esperado. El resto de compuestos lixiviados conjuntamente con el Litio serán objeto de estudio para su posterior valorización.

Del presente Proyecto, se obtendrá la primera patente en Europa para la recuperación de Litio a partir de baterías no recargables.
Os invitamos a seguir más de cerca las novedades del proyecto en ENVIROBAT.

EL PNIEC es el instrumento de planificación propuesto por el Gobierno de España para cumplir con los objetivos y metas de la Unión Europea en el marco de la política energética y climática. Este documento define los objetivos de: reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de penetración de energías renovables y de eficiencia energética.

El borrador inicial del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) se sometió a consulta pública entre el 22 de febrero y el 1 de abril de 2019. Asimismo, se presentó a la Comisión Europea en dicha fecha para la correspondiente evaluación. La Comisión realizó una serie de recomendaciones que han sido debidamente incorporadas al presente borrador actualizado del PNIEC.
Atendiendo a la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental se publicó el Estudio Ambiental Estratégico del borrador actualizado del PNIEC 2021-2030.
El plazo de presentación de observaciones al Estudio Ambiental Estratégico comenzó el día siguiente al de publicación del anuncio correspondiente en el BOE y finalizó después de 45 días hábiles contados a partir de dicha fecha.
EL Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha publicado el borrador actualizado, aquí tenéis el documento en PDF para echarle un vistazo.
Estudio Ambiental Estratégico del PNIEC

Las renovables están volviendo a su curso después de una década de parón en España, y el mercado español se convierte en uno de los más atractivos a nivel mundial. Las energías renovables se triplicarán en España para el 2030 según los planes del gobierno y el marco sobre clima y energía para ese año. La industria renovable está preparada para los desafíos de crecimiento y veremos aparecer nuevos modelos de negocio por lo que se necesitarán protocolos técnicos y legales que aún no están desarrollados.

Junto a SOLARTYS, promovimos una jornada dedicada a explorar nuevos modelos de negocio surgidos en este nuevo marco energético. La jornada, que tuvo lugar el 5 de febrero, a las 13.30h, en el pabellón número 10 de IFEMA, estuvo integrada por varias conferencias en las que participaron empresas tanto del sector solar fotovoltaico, como del sector del almacenamiento energético.
Este acto, incluyó temas como: Nuevos modelos comunitarios de energía basados en Blockchain, reutilización de baterías de segunda vida o mantenimiento predictivo de Plantas Fotovoltaicas, entre otros, y proporcionó un lugar de encuentro para todo aquel que apueste por la innovación, la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental.
La jornada, que fue presentada por Daniel Alemán, Vicepresidente de Solartys y miembro de la Junta Directiva de AEPIBAL, contó con la participación de entidades referentes en el sector como EurecatBeePlanet FactoryAlfilpackProsumeRecyclia y Soltec.
Un encuentro en el que contamos con Instaladores, Fabricantes, Distribuidores, Desarrolladores de proyectos, Empresas de Servicios Energéticos, Comercializadoras de electricidad, Administraciones Públicas, Grandes consumidores del sector Servicios, Arquitectos, Asociaciones de Consumidores y sociedad civil, medios de comunicación, y más de 50 asistentes.